jueves, 28 de septiembre de 2017

Limoneando con los niños (XVIII): helados

Me da pena reconocerlo, pero lo cierto es que tengo algo abandonado mi proyecto de Limonerías. Mi tiempo no es infinito (¡ay si lo fuera!) y me estoy centrando mucho en la fotografía ahora mismo (los curiosos pueden pasar por aquí), en formarme, leer todo lo que puedo y practicar mucho. Pero de vez en cuando aparezco por aquí con algo nuevo. Bueno, nuevo, lo que se dice nuevo, tampoco... es una manualidad que hicimos a principios de agosto pero todavía estaba en el tintero.

Como ya he contado otras veces, pasamos parte de las vacaciones en casa y busco actividades para hacer por las mañanas, que se está más fresquito en casa que en la calle. Esta vez hicimos helados.
Solo necesitamos: tela del color que queramos, cartulina (en realidad usamos rollos de papel higiénico), algodón, algún rotulador que pinte sobre tela (esto es prescindible) y pegamento.

El piratilla (3 años recién cumplidos en ese momento) también hizo su helado pero, lógicamente, necesitó más ayuda que su hermana.

El proceso es muy sencillo, casi no hace falta ni contarlo. Se corta la cartulina y se le da forma de cucurucho, con algodón se hace una bola y se forra con la tela elegida y se pega todo en el cucurucho. Con los rotuladores se pueden hacer toppings.


Es una manualidad muy simplona pero a ellos les encantó y les tuvo entretenidos un buen rato. Y como nos sobró tiempo, algodón y tela hicieron un caramelo cada uno, solo tuve que buscar algunas gomitas para cerrar los extremos. Creía que tenía fotos de los caramelos, pero no las he encontrado...


Contadme si lo probáis con los peques.

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