martes, 13 de octubre de 2015

6: Una mano y un dedo

El otro día le decía a la pitufina que cuando ella o su hermano cumplen años, también es mi cumpleaños. Y lo entendió pero de esa manera, creo que es de esas cosas que, por mucho que te cuenten, hasta que no lo vives no lo comprendes. A mí me gusta cumplir años, celebrar que nací hace X tiempo (no lo oculto por pudor no poco! sino para que la frase no pierda vigencia con el paso del tiempo) y que sigo viva, pero sin más. Desde que soy madre disfruto mucho más los cumpleaños de mis niños, en los que yo también cumplo años, como madre o como bimadre, según el caso. Y me apetece celebrarlo, dedicar tiempo y energías y contárselo a quién quiera oírlo... supongo que no soy la única a la que le pasa.
 
Y bien, hoy cumplimos años. Hoy, martes y 13, tal como fue hace seis años, estamos de celebración.
Seis años, que se dice pronto pero ya va siendo una cifra importante, la pitufina ya necesita las dos manos para indicar su edad.
 
 
Esta es la camiseta de cumpleaños que le preparé. Tendré que enseñárosla en acción porque puesta gana mucho...
 
En la camiseta hay un detalle que me pidió expresamente: una hawaiana que dibujó ella y que tuve que reproducir lo más fielmente que pude (y que en algunas cosas no lo conseguí del todo, según mi exigente hija). En su dibujo apenas hay color, pero ella ya me dijo de qué color tenía que ser cada cosa. Yo creo que lo logré bastante, ¿no?
 
 
A parte de la camiseta, le preparé una fiesta hawaiana, tal como ella llevaba pidiendo desde hacía un tiempo. La fiesta fue ayer y la disfrutó muchísimo, con la familia y sus amigas. Y yo también la disfruté muchísimo (aunque acabé cansada) viéndola a ella tan feliz. Horas después ya estaba pensando en la fiesta y en el pastel del año que viene... ¡Socorro!
 
Prometo una entrada pronto con detalles del pastel y de la fiesta hawaiana.
 

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