lunes, 25 de mayo de 2015

Oscar y el dragón

A ver... pues resulta que había una vez un bebé que tenía que nacer a finales de abril. Un bebé cuya madre tenía muy claro que se tenía que llamar Oscar, nombre que no convencía a su padre. Tras semanas de conversaciones y después de dejar opinar a la hermanita del bebé, acordaron que se llamaría Oscar. Pero el padre se reservó un as: ya que uno de los nombres que le gustaban a él era Jordi, si el bebé nacía el día de Sant Jordi, le pondrían el nombre del santo del día. Los amigos de la madre bromeaban con ella diciendo que llegado ese día, apretara bien las piernas para que el bebé no naciera. La madre bromeaba con el padre diciendo que a ver si le estaba haciendo vudú para que naciera precisamente ese día.
Y lo que son las cosas. Oscar nació el día de Sant Jordi. Oscar. No Jordi. Porque Oscar también era el nombre que quería la hermanita. (A mí que me cuenten el truco, que el limonero es muy difícil de convencer para cualquier cosa).
 
Pues bien. El padre, la madre, la hermanita y Oscar son amigos nuestros. Y yo ya tenía pensado regalarles un cuadrito para la habitación de Oscar. De hecho, lo tenía empezado ya con otro dibujo que me reservo para un futuro cuadrito.
 
El caso es que nacer el día de Sant Jordi tiene su punto (mi padre también nació ese día, por cierto). Es un día alegre, lleno de flores, de libros y... de gente, sobretodo gente. Es un día especial. Y siempre tiene gracia nacer en un día especial. Y al margen del tema del nombre y de las bromas sobre el vudú, a los padres de Oscar les hizo mucha ilusión que naciera ese día. ¿Y qué hice yo? Dejar de lado lo que había empezado a preparar y hacer un cuadrito nuevo con un bebé caballero, que es amigo de un dragón, con rosas y un libro. Qué menos que hacer un pequeño guiño al día especial que había elegido Oscar para nacer, ¿no?
 
 
Este es el cuadrito que le regalamos y les hizo mucha ilusión.
 
Y he de decir que Oscar es un bomboncito y se lleva tan poco tiempo con mi piratilla que seguro que de mayores jugarán juntos.
 

martes, 12 de mayo de 2015

Colgantes de sushi

Me encanta el sushi. Pero me gusta mucho, mucho, mucho. Y llevaba tiempo con ganas de hacer sushi con fimo, a ver qué tal salía, pero lo típico, lo iba dejando porque nunca encontraba el momento... Y cuando mi prima me contó que se iba de viaje a Japón, vi la ocasión: les iba a regalar dos colgantes de sushi para que los pasearan por Japón, para ver si Limonerías pasa a colonizar el país del sol naciente...
 
Y así es cómo quedó mi sushi de salmón y mi sushi de gamba:
 
 
 
 
Para hacer el sushi seguí un vídeo-tutorial que encontré en YouTube en el que unas manos más habilidosas que las mías logran un sushi de aspecto mucho más realista. Me consuelo pensando que para conseguir ese resultado quizá haya tenido que practicar mucho y que mi sushi es bastante digno para ser un primer intento.
 
Por cierto, mi prima ya ha vuelto de Japón y me tiene que pasar las fotos de Limonerías around the world, ¡prometo enseñároslas!

lunes, 4 de mayo de 2015

Limoneando con la pitufina (VII): vampiro mensajero de Art Attack

En esta entrada ya os conté que la pitufina es una gran fan de Art Attack y que habíamos hecho una manualidad inspirada en una de las del programa (más que decir que habíamos hecho directamente una de las del programa... que tenemos nuestras limitaciones). Pues el otro día pidió hacer otra manualidad de Art Attack que le había gustado. Os dejo el vídeo para que la veáis: https://www.youtube.com/watch?v=Rla9hsSZSK4
 
Para hacer esta manualidad también hemos usado materiales reciclados, en concreto, una caja de zapatos.
 
Esta vez no tengo fotos del proceso, simplemente me olvidé de hacerlas...
 
Con esta manualidad nos hemos ceñido más a la manualidad original de Art Attack y el resultado es tal cual, pero hecho por una niña de cinco años, porque todo, todo, todo (salvo cortar el cartón) lo hizo la pitufina sola, ella lo dibujó, ella lo pintó, ella escribió las letras. Que lo hiciera todo ella me llena de orgullo y hace que su vampiro me parezca más chulo todavía que el del vídeo de Art Attack.
 
Aquí veis el ataúd ("ataúl", segur la pitufina) cerrado. Dibujó hasta una tela de araña, con su correspondiente araña.
 
 
Y aquí podéis ver el ataúd por la parte de dentro, con el vampiro que se levanta de su lecho al abrir la tapa.
 
 
 
¡Me encanta que la pitufina se interese por las manualidades!  ;)