lunes, 29 de septiembre de 2014

Al abordaje

El piratilla ya tiene su cuadro colgado en su habitación. Estoy incluso emocionada...
Cuando estaba embarazada de la pitufina le hice un cuadro en punto de cruz para su habitación. Con tiempo. Sin prisas. Antes de que naciera ya estaba acabado en espera de saber la fecha en la que nacería para añadirla al cuadro.
Esta vez compré el marco a mediados del embarazo, más o menos, y rápidamente decidí cómo sería el cuadro. Pero va a ser verdad lo que dicen, que con los segundos todo es más relajado, lo fui dejando, porque había tiempo, y me fui dedicando a otras cosas, luego me rompí el brazo y estuve inactiva durante un tiempo y cuando me recuperé me pasaron los días tan rápido que no tenía tiempo de nada, hasta que cogí la baja en la semana 39 y tuve tiempo para relajarme (y desesperarme porque el parto no se iniciaba). Y parece que me relajé tanto que me olvidé por completo del cuadro...
 
Hace unas semanas me encontré con el marco vacío, en el armario donde lo había guardado meses antes, y me dije a mí misma que ya tocaba preparar de una vez por todas el cuadro para el pirata. Y por fin está hecho, no es que sea muy complicado y lleve mucho tiempo, lo que cuesta es encontrar el tiempo...
 
 
Y este es el resultado. He de decir que me encanta y, como he dicho, estoy hasta emocionada de que esté por fin acabado.
 
Ya lo hemos colgado en la habitación del piratilla y parece que a él también le gusta, cada vez que vamos para que le cambie el pañal se queda mirando su cuadro.
 
 
 

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