sábado, 28 de julio de 2012

Esperando a Edgar...

Tenemos unos amigos a los que les queda un suspiro para ser papás... y hoy nos hemos plantado en su casa (previo aviso, ¿eh?) con la comida hecha y con los regalos para el peque, que eso de nacer en agosto es lo que tiene... por si acaso llega mientras estemos fuera de vacaciones nosotros ya habremos cumplido.


Esta vez el limonero me dijo que probara a hacer un castillo y ¡aquí tenéis el resultado! He de confesar que como arquitecta no me ganaría la vida y que hubo momentos de crisis, pero al final no hubo ningún derrumbe...
En el castillo hay 88 pañales (si no me he descontado), un jabón, un aceite para masajes, un mordedor, unas bambas, una camiseta personalizada y un babero personalizado. ¿Se os ocurre un regalo mejor? ;)



Aquí el babero...
                                 ... y aquí la camiseta.


Que sí, que sí, que oigo la pregunta que hacéis todos: ¿por qué el bebé está leyendo un libro?
Pues porque es un bebé que nacerá con un libro debajo del brazo... ya que sus padres son editores, concretamente de la editorial Rayo Verde, que si os fijais es lo que pone en la portada del libro que lee el bebé...

martes, 10 de julio de 2012

Limoneando con la pitufina

A veces le pregunto a la pitufina si cuando sea mayor me ayudará a limonear y, aunque no sabe de qué le hablo, siempre me dice que sí. El otro día, sin esperar a que sea mayor, preparamos una manualidad juntas.

La pitufina tiene una amiga muy amiga, desde el inicio de curso, en septiembre, siempre habla de ella, habla de otros niños, que según el momento van variando, pero Paula es siempre la primera de la lista. Pero lo mejor es que ese cariño es mutuo, cada mañana cuando la pitufina llega al cole Paula va corriendo hasta ella y se dan un abrazo y un beso, como si hiciera mucho que no se vieran y se hubieran echado mucho de menos. Cuando se marchan por la tarde también se suelen despedir con un abrazo.
Pero todas las historias "de amor" tienen un final triste: Paula y la pitufina no irán al mismo cole el año que viene y eso nos apena mucho a los padres de ambas. No sé hasta qué punto ellas lo tienen claro, la pitufina sabe perfectamente que Paula irá a otro cole, le hemos enseñado cuál es el cole de Paula y le hemos enseñado cuál es el suyo, pero una cosa es que ahora lo sepa en abstracto y otra será volver al cole después de las vacaciones, que en su clase en el cole de mayores haya muchos de sus amigos de ahora pero que Paula no esté.

A estas edades las amistades son volátiles y condicionadas por el día a día, poco a poco cada una se integrará en su nueva clase y tendrán nuevos amigos pero es una pena que ese cariño tan tierno que se tienen ahora se vaya a perder. Porque yo también le tengo mucho cariño a Paula, a mí también me recibe cariñosa cuando me ve llegar al cole y cuando me despido de la pitufina con un beso tengo que darle otro a ella.

Así que quería algo para que la pitufina y Paula no se olvidaran pronto la una de la otra...
Pedí a su profesora que les hiciera fotos juntas. Preparé un montaje con Photoshop. Imprimí las fotos. Y mano a mano con la pitufina hicimos unos marcos con foam.
Ella eligió los colores y decoró los marcos pintando rayas, círculos, puntitos y una escalera (¿?), luego yo acabé de decorarlos.
Son dos marcos gemelos, el de la pitufina ya está en un sitio destacado de nuestro comedor. Espero que a Paula le guste el suyo y le busque un buen sitio en su casa.

miércoles, 4 de julio de 2012

Tenemos un vestido de Ubaduba

Lo confieso: participo en muchos sorteos en internet, no con mucho éxito, eso es cierto, pero yo sigo insistiendo y el otro día gané mi segundo premio en toda mi carrera sorteística: un vestido de Ubaduba. Perdón, corrijo: un PRECIOSO vestido de Ubaduba.

El sorteo era tan genial que el premio consistía en el regalo que el ganador quisiera y repasé todo el catálogo y acabé eligiendo el vestido multicolor. En la web se ve bonito pero os aseguro que al natural gana mucho, muchísimo. Las telas son muy bonitas, alegres, llenas de color pero discretas a la vez, el corte del vestido es bonito y permite que su uso pueda alargarse a dos temporadas, ya que no se cierra con cremalleras o botones sino con el lazo que se ve en la parte frontal, que puede estar más o menos apretado. Está hecho totalmente de forma artesanal y es un trabajo muy delicado, creo que realmente esa es la palabra que define al vestido: DELICADO.

Pero mejor lo veis con vuestros propios ojos...

¿Es o no es bonito?
¿Está o no está guapa la pitufina?

Pues pasad por la web de Ubaduba y mirad qué telas tan bien elegidas, qué buen gusto y qué delicadeza destila. El catálogo todavía no es muy extenso pero es excelente y estoy segura de que seguirá creciendo.

Una vez más, María, gracias por tan fantástico regalo. Le hablaremos de ti a cualquiera que se interese por el vestido. Y mucha suerte con tu proyecto de ropa divertida para gente feliz...